¿Cómo ayudo a mi hijo a superar una situación difícil? Conociendo los hemisferios cerebrales (2)

Como ya sabemos del artículo anterior, el hemisferio que predomina durante la infancia, sobre todo en los 3 primeros años de vida, es el hemisferio derecho. Sin embargo, para conseguir un buen equilibrio mental ambos hemisferios deben estar conectados.

Recordemos que el hemisferio derecho es emocional, experiencial y autobiográfico, mientras que el hemisferio izquierdo es verbal, analítico y matemático.

Cuando los niños experimentan emociones muy intensas y difíciles de gestionar como el miedo, el hemisferio derecho emocional se sobreactiva de tal forma que el hemisferio izquierdo racional pasa a un último plano.

Caerse del columpio, sentirse intimidado por un niño más mayor o perder a una mascota mientras la estamos paseando son algunos ejemplos.

Cuando esto sucede, lo mejor que podemos hacer por nuestros hijos es ayudarles a activar su hemisferio izquierdo para que ambos hemisferios, trabajando juntos, puedan dar sentido a lo que está pasando y a cómo se están sintiendo.

¿Cómo podemos activar el hemisferio izquierdo de nuestros hijos para ayudarles a integrar una situación que les da miedo?

La superación de una experiencia que ha asustado a nuestros hijos se produce cuando ambos hemisferios actúan conjuntamente en el recuerdo de la situación. Para ello, es necesario integrar la memoria emocional de cómo se sintieron (hemisferio derecho) con la verbalización de lo sucedido, teniendo en cuenta el orden cronológico y los detalles (hemisferio izquierdo).

Imaginemos un niño de 5 años que está jugando tranquilamente en la piscina y de repente se le pincha uno de los manguitos. Su cuerpo se inclina hacia un lado y le cuesta mantener la cabeza elevada para no tragar agua. Se asusta mucho, empieza a respirar agitadamente y llora (sobreactivación del hemisferio derecho).

Cuando su padre le saca del agua y le abraza, consigue tranquilizarse poco a poco. Sin embargo, no quiere volver a bañarse. Desde este momento, cada vez que bajan a la piscina siempre se queda en el césped, mira con pena a sus amigos que juegan en el agua, pero rechaza bañarse.

Para ayudar a este niño a volver a disfrutar de la piscina, basta con ayudarle a activar su hemisferio izquierdo para que trabaje junto al derecho en la integración de la emoción y la razón.

Para ello, debemos ayudarle a hablar sobre lo sucedido, introduciendo en la historia todos los detalles posibles y conectando lo que pasó con las emociones que vivió.

“¿Qué fue lo que pasó en la piscina?, ¿Qué estabas haciendo antes de que se pinchara el manguito?, ¿Te acuerdas de qué color eran los manguitos?, ¿Te asustaste mucho cuando se pinchó?, ¿Qué creías que iba a pasar?, ¿Te asusta volver a meterte al agua por si te vuelve a pasar?”.

Es importante elegir un momento en el que el niño esté de buen humor para iniciar esta conversación. Los niños suelen estar más predispuestos a abrirse mientras están jugando.

Podemos empezar por contar nosotros la historia y pedirles que vayan añadiendo la información que falte.

Si no quieren hablar, no es bueno que les presionemos, podemos volver a intentarlo en otra ocasión.

Otra opción es pedirles que hagan un dibujo sobre lo que ha pasado o lo escriban a modo de diario.

Hablando con nuestros hijos sobre aquello que les ha dado miedo les ayudamos a entender lo que ha sucedido, lo cual les aporta mayor sensación de control, así como a exteriorizar sus emociones.

La investigación ha demostrado que el simple hecho de poner un nombre o etiqueta a cómo nos sentimos, reduce significativamente la actividad del circuito emocional en el hemisferio derecho.

En Mindstudio ayudamos a niños desde los 3 años a calmar su hemisferio derecho, regulando de una forma cómoda y divertida su mundo emocional y ayudándoles a reducir la huella emocional de experiencias que han podido ser difíciles para ellos.

Además, favorecemos el desarrollo del hemisferio izquierdo, ayudándoles a conectar más fácilmente con la razón ante situaciones de mucha intensidad emocional, favoreciendo la integración emoción-razón.

Scroll al inicio
Ir arriba

Libro ya a la venta