Mejorar el rendimiento deportivo es el objetivo de cualquier deportista que quiera superarse y conseguir mejores marcas. Un buen entrenamiento y una buena alimentación son requisitos indispensables junto al entrenamiento mental.
¿Sabías que se puede mejorar el rendimiento deportivo regulando las frecuencias cerebrales?
En 2021, Filho, Dobersek y Husselman publicaron un estudio en el que analizaban las frecuencias cerebrales de deportistas durante su rendimiento óptimo.
Por un lado, estudiaron las diferencias en los ritmos cerebrales durante el rendimiento óptimo y el rendimiento insatisfactorio de deportistas expertos y, por otro lado, compararon los ritmos cerebrales de deportistas expertos frente a los de deportistas novatos.
En el estudio concluyeron que el rendimiento deportivo óptimo está asociado a un aumento de ondas alfa y theta en el cerebro. Además, los niveles de alfa y theta también son mayores en deportistas expertos que en aquellos que llevan menos tiempo.
Las ondas alfa son frecuencias cerebrales rápidas que se generan al estar tranquilo y conectado con uno mismo, por ello, están relacionadas con la relajación, la introspección, el pensamiento calmado, el optimismo y en la integración mente y cuerpo.
Las ondas theta son frecuencias cerebrales lentas que suscitan relajación, aparecen en los ciclos de sueño/vigilia y son importantes para el aprendizaje, la memoria y el control motor.
Los altos niveles de alfa indican que los deportistas rinden mejor cuando están relajados y confiados, mientras que los altos niveles de theta se interpretan como un mayor control motor sobre la actividad que realizan.
Neurofeedback para deportistas
Para el mundo del deporte, el Neurofeedback ha sido un gran descubrimiento.
Actualmente los deportistas de élite pueden entrenar sus ondas cerebrales para lograr las frecuencias de onda que han demostrado estar relacionados con el rendimiento óptimo. Cada vez más deportistas lo están incluyendo como aspecto fundamental de su rutina.
Entrenando sus frecuencias de ondas cerebrales, no solo consiguen estar más tranquilos y enfocados en sí mismos durante el juego, sin ansiedad anticipatoria ni pensamientos negativos que disminuyen su seguridad en el campo.
Además, consiguen mejorar otros aspectos mentales como la capacidad de reacción, el control de impulsos, la atención sostenida o la agilidad mental, así como una mejor gestión de la presión y la frustración, y un mejor descanso que les permite tener más energía.
Bibliografía:
Filho, E., Dobersek, U. y Husselman, TA. El papel de la eficiencia neuronal, la hipofrontalidad transitoria y la competencia neuronal en el rendimiento óptimo en deportes a su propio ritmo: una revisión metaanalítica. Exp Brain Res 239, 1381–1393 (2021). https://doi.org/10.1007/s00221-021-06078-9