La relación entre el estrés/excitación y el rendimiento suele describirse como una curva en forma de “U” invertida. Es decir, el rendimiento aumenta con la excitación, pero solo hasta cierto punto. Cuando los niveles de excitación (o estrés) sobrepasan este punto, el rendimiento disminuye.
Por ejemplo, un estudiante que experimenta ciertos nervios ante un examen estará más alerta y con las capacidades mentales más activadas que otro estudiante al que no le importe en absoluto el examen. Sin embargo, si esos nervios son demasiado grandes pueden provocar el efecto contrario y bloquear sus capacidades cognitivas.
Fujimoto y sus colaboradores publicaron el año pasado un estudio en el que analizaban precisamente el efecto cerebral de la sobreexcitación/estrés en la toma de decisiones en macacos Rhesus.
Los macacos podían elegir ante dos recompensas, una con mayor cantidad que la otra. Por lo general, elegían la recompensa de mayor tamaño. Sin embargo, después de haber sufrido una lesión en el centro de control de las emociones, es decir, en la amígdala, los macacos tardaban más tiempo en tomar la decisión y presentaban un aumento de la frecuencia cardiaca.
Los investigadores estudiaron la actividad cerebral de los macacos en las áreas implicadas en la toma de decisiones, y descubrieron que, ante una mayor excitabilidad, algunas neuronas pasaban de regular la toma de decisiones a controlar la frecuencia cardíaca, lo cual repercutía negativamente en la toma de decisión.
En nuestro caso, podríamos decir que sucede lo mismo. Todos hemos experimentado épocas de más estrés en las que nos cuesta más concentrarnos y tenemos una niebla mental que nos impide pensar con claridad y tomar decisiones acertadas. Cuando experimentamos un estrés elevado nuestra energía cerebral se ve afectada en las áreas encargadas de los procesos cognitivos como la toma de decisiones, la atención o la memoria.
Si estás pasando por esta situación, en Mindstudio podemos ayudarte a reducir la excitabilidad física y mental, ayudándote a gestionar mejor la presión, frustración o aquellas emociones que están afectando en tu rendimiento. Además, podemos trabajar específicamente las áreas cerebrales encargadas de las funciones cognitivas para mayor claridad mental, toma de decisiones, organización y memoria, entre otras.
Bibliografía:
Fujimoto, A., Murray, E. A. y Rudebeck, P. H. (2021). Interaction between decision-making and interoceptive representations of bodily arousal in frontal cortex. Proceedings of the National Academy of Sciences. 118(35), e2014781118.